domingo, 17 de enero de 2016

Prosigue el ERE que el BBVA aplica a 1.557 empleados de CatalunyaCaixa.



Después del rescate del FROB por valor de 12.052 millones y  la venta del banco al BBVA , que provocó  un agujero de 11.836 millones de pérdidas y además un ERE que afecta a 1.557 empleados que no se completará hasta la integración informática en el Grupo BBVA.

El día 20/01/2016 se cerrarán 10 sucursales con lo que la entidad habrá eliminado 50 de las 150 previstas, todas ellas en Cataluña. Así que hasta que se solucione la compatibilidad y volcado de clientes en la base del BBVA el grueso del expediente de regulación de empleo (ERE)  que afecta a 1.557 empleados no se aplicará hasta después de verano.

De esta cifra, 1.063 trabajadores se adhirieron a bajas voluntarias, hay 608 prejubilaciones, 49 extinciones voluntarias para mayores de 50 años, 167 excedencias remuneradas con el 25% del salario y compromiso de reingreso en cinco años en la entidad, y 239 extinciones incentivadas con primas por antigüedad y treinta días por año con mínimo de 50.000 euros.

Contamos además a los 225 trabajadores que han sido despedidos forzosamente y que percibirán como indemnización 30 días por año trabajado con un máximo de treinta mensualidades.
Ya ha habido un centenar de salidas de trabajadores, la mayoría correspondientes a bajas voluntarias, porque de momento solo ha habido 13 despidos forzosos y 11 personas que han pasado de CatalunyaCaixa a BBVA.

Todo ello provocado por el gran agujero de la dirección anterior de CatalunyaCaixa y de la supuesta imposibilidad de mantener a flote dicho banco, con lo que también hay que decirlo, el máximo beneficiario ha sido el BBVA que si no hubiera sido por este fiasco, ni en sueños hubiera conseguido esta cuota de mercado, especialmente en Cataluña.



Como siempre, La banca primero se ceba en los trabajadores que son los que tienen que pagar con su trabajo y segundo el resto de los españoles que han tapado el pufo y le han hecho el mejor regalo y el más barato que ha tenido el BBVA. Ah, y por cierto... ¡de esos 12.000 millones no vamos a ver ni un duro!

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