El 12 de febrero se interrumpió el rodaje de Biutiful dirigida por Alejandro Iñarrítu, por una "leve lesión en la espalda" de su protagonista, el actor principal Javier Bardem.
El rodaje, que se desarrolla desde octubre en Barcelona, tuvo que detenerse durante diez días por los problemas físicos del actor. Sin embargo, y según el sindicato TACE la productora de la película, Mod, solicitó un Expediente de Regulación de Empleo para suspender el pago de salarios durante la recuperación del artista.
El sindicato de técnicos se movilizó para frenar lo que consideraba "un abuso", explicando que ante este tipo de inconvenientes los rodajes deben contar con un seguro de buen fin que cubra cualquier imprevisto.
Según el TACE, en el caso de Biutiful la productora pretendía resolver con dinero público una cuestión particular.
Mod afirmó que "el rodaje transcurre con normalidad", además de "desconocer la lesión de Bardem". El representante de éste, José Marcili, tampoco "sabía nada del tema".
El sindicato de TACE viene denunciando "las constantes irregularidades que sufren los técnicos del cine y el audiovisual en España". Según dicha organización, algunos de estos abusos comprenden "jornadas que superan las 60 horas semanales, inseguridad en los rodajes, obligación de facturar como falsos autónomos, impagos recurrentes y salarios en retroceso".
La mala salud crónica del cine español, no superada por las ayudas estatales, parece que solo sirve para el beneficio de algunas productoras y la precariedad del resto de los gremios.
Seria necesario saber exactamente para que se utiliza el dinero publico y el control del mismo, para por fin, poder relanzar este sector tan necesario para la cultura española.
Vía.20Minutos.
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