domingo, 10 de febrero de 2019

ERE en Vodafone. La caída del imperio.


Vodafone prosigue con su ERE para 1.200 empleados. Ofrece  32 días por año con 20 mensualidades y prejubilaciones a partir de los 56 años y más de diez años de antigüedad.

Solo cerca de un centenar de trabajadores cumplen las condiciones para prejubilarse, de forma que 1.100 empleados serán despedidos. Estos se harán en todas las áreas de la empresa, sin excluir ningún puesto de responsabilidad y en proporcionalidad, y que además implicará un «número importante de cambios organizativos».


Como siempre entre estos cambios está la subcontratación. La gran lacra de este siglo que sirve para perder el poco trabajo de calidad por el precario o prácticamente llegando al esclavismo.


Un ejemplo lo tenemos en Unisono. Subcontrata de telemarketing que lleva unida a Vodafone desde los comienzos de ambos con Airtel. En esta empresa solo prima no perder las llamadas. Da igual si se resuelve o si el cliente está satisfecho. El trabajador cobra un sueldo de mierda  y la preparación es la mínima ya que no le conviene a la empresa que este piense y para ello no duda en realizar cursos de solo 3 o 5 días para cubrir los puestos.


 Por si todo esto no es suficiente, desde hace un tiempo la contratación se hace exclusivamente por ETTs. El objetivo es que los trabajadores de contratos sean sólo los más antiguos, no cubriéndose las vacantes con personal contratado por la propia empresa, negando incluso la reincorporación de las excedencias, así en el futuro casi la totalidad de la plantilla sea contratada por ETTs.

Si ya es malo ser de plantilla fija, lo es aún peor para los de ETTs. Estamos asistiendo a una nueva forma de absoluta precariedad para las personas contratadas a través de ETTs, que tienen muchos menos derechos, que sufren doblemente los abusos y la precariedad por parte de Unísono y por parte de la ETT. Despidos por WhatsApp, turnos que no se facilitan, contratos por días, sin vacaciones, una inestabilidad brutal  se asemeja a un verdadero régimen de esclavitud moderna. Todo ello amparado por el paraguas de Vodafone y el resto de compañías del sector que si no se preocupan por sus empleados menos por lo que no son suyos.

No es de extrañar que Vodafone se hunda. Con una nefasta gestión por parte de sus directivos donde no prima ni sus clientes ni mucho menos empleados propios subcontratas, Ett… Todo esto se paga, el Karma se lo devuelve con lo que más le duele y lo único que les interesa la perdida de dinero. Una pena que mientras todos sus trabajadores pasen por un infierno.

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