Si el de Llabrés Feliu afectó al 30% de su plantilla, unos 60 empleados, en Melchor Mascaró están en juego el triple de puestos. De momento, se prevé que el ERE afecte al 100% de los empleados, actualmente 580. «Afectará a toda la plantilla de construcción pero no a todos por igual».
Sólo se salvan los 300 trabajadores que la compañía tiene en su rama de Servicios Públicos. «Los dedicados a limpieza de calles, recogida de basuras... a ellos no les afecta porque los contratos siguen y tienen trabajo», indican desde la compañía.
Ahora, de los 580 dedicados en exclusiva al ladrillo, unos 200 tienen contrato por obra. «Cuando acaben sus contratos no se les renovará».
A esas salidas podrían sumarse unos 100 trabajadores fijos. Es la cantidad que baraja, irá al paro a través de un ERE, en principio, temporal. Aunque podrían ser más. «Tenemos trabajo para un tercio, y de momento no sabemos si nos van a surgir más obras, de modo que calculamos que más de 100 irán al desempleo». Pero si el ERE de Llabrés Feliu se ha establecido en seis meses, desde Melchor Mascaró se opta, en principio, por un año.
Para los 200 restantes se plantean varias opciones. «Desde reducciones de jornada, quien pueda, a la posibilidad de ir repartiendo el trabajo». De momento, este es el planteamiento que hace la empresa, que ya ha empezado a negociar con los empleados. «Los trabajadores están muy preocupados, negociaremos para que afecte lo mínimo posible, pero es muy duro lo que está pasando», señalan fuentes de la compañía.
Vía.Elmundo
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