Tras el fracaso de la negociación con los cerca de 300 acreedores a los que debe 62 millones, el astillero vigués entra en concurso de acreedores ordinario, situación que se prolongará varios meses, incluso hasta abril, según calcula el comité de empresa.
Con respecto al plan de viabilidad no se tienen noticias al respecto y que está sujeto a que haya contratos, algo de lo que el astillero carece. “Nadie va a poner dinero en una empresa que puede ir a la liquidación”. Pese a la intención de la empresa de recalificar una de sus parcelas para conseguir liquidez.
Se espera que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que está afectando desde hace varios meses a los 136 trabajadores de la plantilla y se da por hecho que se prorrogará una vez que venza el próximo mes de diciembre debido a la falta de carga de trabajo.
Vía.Laregion.es
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