Phone House tuvo una facturación de 382 millones de euros en
2015, un 19% menos con respecto al año anterior, cuando sus ventas fueron de
474 millones. Los ingresos también son muy malos, ya que perdieron 12 millones.
Phone House, cuya actividad consiste en la prestación de
servicios de captación de abonados para los distintos operadores españoles, así
como la comercialización de dispositivos y servicios móviles, está cerrando su
negocio. La compañía pasó a tener 307 tiendas frente a las 356 del año
anterior; y 178 franquicias, por 198 del periodo precedente. Esto supone el
cierre de 65 establecimientos.
Obviamente esto conlleva despidos. De 2.124 trabajadores de
media pasó a 1.951. El puesto de comercial fue el que más sufrió, mientras que
la alta dirección se mantuvo sin despidos. Como siempre pasa.
La compañía después de 19 años en España y habiendo llegado a tener 2.300 empleados y
más de 500 tiendas, se encuentra en un momento de inflexión a la vista de los
últimos resultados. Este año será vital para saber si remonta el negocio, o
sigue cayendo.
Todo ello, en el ámbito de la unificación y compra de las
telecos en los que 3 gigantes se reparten el pastel, la competencia ya es inexistente
y gracias ello se permiten el lujo de volver a subir tarifas.
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