La fábrica de Mercedes Benz es la más importante de todo Euskadi. Supone el 10% de las exportaciones de la comunidad y un 2% del producto interior bruto (¿tantos coches de esta marca de lujo se venden en nuestro país para que tenga un valor tan alto en la economía de una comunidad autónoma?).
Los empleados que trabajan en esta fábrica y están afectados por el ERE ascienden a 2881.
La amenaza de un segundo ERE hasta Junio flota sobre ellos. Al menos este nuevo ERE cuenta con las mismas condiciones que el primero, por lo que los trabajadores saben a qué atenerse.
El actual plan, del que ya se han consumido 48 de los 70 días fijados, se agotará en noviembre. Los empleados ignoran lo que sucederá más allá de los ocho días laborables previstos para lo que queda de este mes. «¿La sensación general? Estamos preocupados, porque nadie nos dice nada claro. Se corre la voz de que habrá recorte de plantilla, aunque con el repunte de Alemania y Francia se cree que han subido los pedidos».
La palabra 'despido', por el momento, no parece figurar en el vocabulario del grueso de los trabajadores. «Antes de tomar medidas drásticas, se optará por las prejubilaciones o las bajas incentivadas», comentan.
Mercedes, cuya facturación rondaba los 1.400 millones de euros anuales antes del 'crack', ha pasado de producir 464 furgonetas diarias a 220, lo que coloca a los 15.000 trabajadores -entre plantilla y empleados indirectos- en una situación comprometida de no aumentar la cartera de pedidos de cara al otoño. Sin embargo, y pese a lo incierto de la situación, algunos ya ven el final del túnel. «Si la subida en Alemania tira de nosotros, con un segundo ERE estaremos salvados. Hasta ahora hemos aguantado bien y, sobresaltos aparte, seguiremos así», comentan.
Via: El Correo Digital.
viernes, 21 de agosto de 2009
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