La empresa pública Seaga formalizó un ERE que afectará inicialmente a 55 trabajadores. La inmensa mayoría de ellos (53) son veterinarios adscritos al servicio de identificación y control de ganado, que se quedaba así sin la mitad de su plantilla.
La Consellería de Medio Rural confirmaba ayer el expediente de regulación de empleo y defendía "el ajuste de plantilla porque descendió la carga de trabajo en la empresa que trabaja por encomiendas de la administración en tareas de identificación animal o en prevención y extinción de incendios".
Desde el departamento de Samuel Juárez se explicó que desde 2008, cuando se cambió la normativa estatal, ya no es obligatoria la certificación de un veterinario para ciertos trámites ganaderos por lo que Seaga ya precisa tantos como tenía en su plantilla.
Los veterinarios contratados por la empresa pública Seaga no serán los únicos perjudicados por la supresión del servicio público de identificación animal. También preocupan las consecuencias sanitarias y administrativas de la decisión de la Xunta, que pretende que a medio plazo sean los propios ganaderos los que se ocupen de registrar y colocar los crotales identificadores a sus reses, así como de notificar cualquier movimiento de animales dentro de sus propias granjas.
Vía.Farodevigo
Este ERE no es consecuencia de crisis. La causa es que los trabajadores reclamaron sus derechos laborales a la Xunta de Galicia, después de 12 años de empleo precario. La Xunta ha sacado un nuevo decreto de identificación para eliminarlos. Este acto de terrorismo laboral supone un suicidio colectivo: la identificación es la base de la trazabilidad (de la granja a la mesa), y con la supresión de los veterinarios se pone en riesgo el control de la sanidad animal, la seguridad alimentaria y la salud pública.
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