General Electric presentó ayer el plan de reestructuración
al comité europeo de representantes de los trabajadores (IRS), tras el cierre
de la compra de los negocios de transporte de energía de Alstom que incluye un
ajuste de plantilla que podría afectar a unos 6.500 empleados en Europa de los
51.000 con los que cuenta en el continente, 500 de ellos en España.
Una vez que concluya la negociación a nivel europeo
comenzarán las consultas en los diferentes países. Para España, de momento no
hay más información que la compañía ha planteado un ERE para unos 500 trabajadores, al
mismo tiempo que ha apuntado que trabajará con ellos para identificar
alternativas, entre las que podrían figurar traslados a otros centros.
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