lunes, 14 de septiembre de 2009
Wrigley cierra su fábrica de Zaragoza y despide a 160 trabajadores.
El fabricante de chicles y golosinas Wrigley ha anunciado sus planes para cerrar la planta que tiene en Tarazona (Zaragoza), donde produce los caramelos Solano y los chicles con azúcar Boomer y Hubba Bubba, lo que conllevará la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 160 personas.
La compañía informa que la fábrica ha sufrido reducciones significativas en los volúmenes de producción como consecuencia de un importante descenso en la demanda, la planta se encuentra actualmente trabajando tan sólo al 25% de su capacidad.
"A pesar de las importantes inversiones realizadas en la fábrica y la mejora de los procesos productivos, no ha sido posible frenar esta tendencia", ha señalado la empresa, que agregó que "tras un profundo análisis y con un gran pesar" ha decidido presentar un ERE que afectará a 160 personas para cerrar la fábrica de Tarazona.
No afecta al resto de operaciones en España. Asimismo, las marcas Boomer y Solano continuarán comercializándose en España, aunque cuando la fábrica de Tarazona se cierre, se producirán en otras instalaciones del grupo.
Los empleados y el comité de empresa han sido informados al respecto esta misma mañana y, en los próximos días, se iniciará el proceso de negociación. Durante este periodo, la fábrica de Tarazona mantendrá su actividad productiva y continuará con su operativa habitual.
La compañía, que desde 2005 lleva reduciendo su producción en España con cierres como el de la fábrica de chicles Joyco en Lleida, ha incidido en que "esta decisión no es, bajo ningún concepto, un reflejo del rendimiento individual, sino el resultado de los cambios producidos en las preferencias de los consumidores y la consecuente pérdida de competitividad de la fábrica". De hecho, el grupo también ha trasladado a China parte de su fabricación de goma base de su planta de de Barberà del Vallès (Barcelona).
Así pues ya tenemos cual es la verdadera razón, la bajada de ventas y las deslocalización, en especial a china y otros países emergentes.
Debe de pesar también la compra hace un año de Wrigley por la multinacional Mars que como es obvio querrá tener beneficios rápidamente y como siempre quien pagará esta política son los trabajadores.
Vía.Elpais.
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