El 8 de febrero comienza el año nuevo chino. Se cree que es
el año más desafortunado, de ahí que muchos se toman en serio este periodo
siendo precavidos, principalmente en lo financiero. El mono de fuego, ágil y alocado nos llevará a
prepararnos para varias revueltas sociales, sequías e incendios.

Como vemos este temor, no solo es de ellos sino también de grandes multinacionales, como Mondelez o
Valeo, es a cierto boicot en los dos
grandes mercados nacionales. Tanto desde los soberanistas más radicales
hacia los productos de compañías que han trasladado su sede a Madrid como en
las distintas ciudades españolas donde ha crecido el desapego hacia lo
fabricado en Cataluña.
Como dice el dicho coge el dinero y corre, Es fácil salir
por patas ahora que todavía se pueden tener compradores. Todo ello en silencio
y obviamente a espalda de los trabajadores no sea que la monten y se les joda
el chiringuito. Como ya dijimos los únicos que pierden como siempre son los
trabajadores. Estos señores ya con los bolsillos llenos tras hacer caja, se podrán
permitir el lujo de decidir si son españoles o catalanes. Lo cierto es que el
dinero no tiene nacionalidad ni fronteras. Pero cuando estas empresas sean
compradas todos sabemos lo primero que realizará el nuevo dueño, un plan de
ajuste pasa sacar lo antes posible el dinero invertido y como siempre se hace
es con despidos. Sino tiempo al tiempo.
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