La dirección de
Rioglass Solar y los sindicatos se reunirán para intentar consensuar una
prórroga del expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a las
factorías de Sovilla (Mieres) y Villallana (Lena) y que viene arrastrado desde
el pasado mes de agosto. La empresa ya ha informado a la plantilla que las
dificultades que existen para dar salida a los pedidos hacen que, en estos
momentos, resulte inviable la actividad en las citadas fábricas. En principio,
los cerca de 200 trabajadores que llevan tres meses regulados deberían volver
al trabajo el 1 de noviembre.
Los responsables de
Rioglass Solar, esperan poder cerrar con los sindicatos las condiciones del
nuevo ERE. Los contactos mantenidos los últimos días apuntaban a una prórroga
de un mes, aunque no se descarta que el parón de la actividad se mantenga
incluso hasta finales de año. El problema radica en que un gran número de
trabajadores ya tienen consumida buena parte de su prestación por desempleo
debido al largo ciclo de regulaciones por el que está pasando la compañía.
Las fuentes
sindicales apuntaron que Rioglass Solar tiene actualmente un «stock» muy
importante. El problema de las fábricas no es tanto la falta de pedidos como el
hecho de que las empresas a las que suministran los materiales no ofrecen
garantías de pago. Según explicaron fuentes internas, «no es conveniente que se
siga almacenando material que no se puede vender por el momento».
La dirección convocó
a los sindicatos para informar sobre la situación y plantear la ampliación del
ERE. En un principio, se puso sobre la mesa que el ajuste continuase durante
noviembre, a la espera de que aumente la carga de trabajo. La decisión final
podría tomarse hoy. No se descarta que los trabajadores sigan en sus casas
hasta finales de año.
La pasada primavera,
las fábricas de Rioglass Solar de Mieres y Lena salvaron el primer ERE que
había planteado la empresa. La dirección acordó aparcar el ajuste en abril,
tras firmar un acuerdo con el sindicato mayoritario, SOMA-FITAG-UGT, en el que
renunciaba a regulaciones y despidos a cambio de reducir complementos
salariales a la plantilla. Tan solo tres meses más tarde, el acuerdo perdió su
validez. La dirección de la empresa volvió a poner sobre la mese un nuevo ERE
que los sindicatos terminaron por aceptar, pero con algunas condiciones para
aliviar el impacto de la regulación sobre la plantilla.
Vía.lne.es
Vía.lne.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario