Los fabricantes de componentes de automoción han presentado desde el pasado octubre 321 expedientes de regulación de empleo (ERE) que en total afectan a 60.516 trabajadores, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Equipos y Componentes, Sernauto.
Esto supone que el 29% de los trabajadores de esta industria (208.766) sufre en propias carnes un ERE doblando el total de afectados en 2008.
La mayoría son expedientes temporales que pueden abarcar desde el cierre de la planta 450 días como es el presentado en la factoría de Comforsa-4 en Gerona a los ocho días que contempla el de la fábrica de Insonoraziones Pelzer en Zaragoza.
Y también los hay definitivos. Esta industria ha dejado ya en la calle a 15.270 empleados, una cifra que encamina el total del año a llegar al mismo nivel de 2008 cuando se despidió a 36.900 trabajadores.
Parece que el Plan E del gobierno está ayudando en las ventas de vehículos, pero seguramente todos esos vehículos ya estuvieran en stock y se siga sin fabricar nuevos.
Esto nos hace temer 2 cosas:
a) Las empresas automovilísticas cuentan con unas previsiones tan malas que han decidido disminuir considerablemente el ritmo de fabricación de vehículos.
b) Les ha pillado tan por sorpresa a todos esta crisis que no supieron reaccionar a tiempo y optimizar y racionalizar la producción.
No se cual de estas dos cosas me da más miedo, que las previsiones sean tan malas a medio-largo plazo o que esos directivos que tanto cobran, y tan listos son, no supieran ver la que se nos venía encima.
Via: Cope.es
lunes, 20 de julio de 2009
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